El alma de la casa
Moví la cama de lugar a las 04:55 hrs.
Algo ha estado acechándome.
Desvanece mi sueño.
Algo acumula la basura debajo de la cama y empieza a quedarse dentro de mí.
Mares de lágrimas no bastan para llevársela toda,
para llevarme toda.
Esa mañana, a las 06:05 hrs, lloraba mientras sacudía las nuevas sábanas
06:06 hrs.
antes eran blancas
para la cama, esperando que el viento se lleve todo el polvo que queda en el lugar.
No funciona.
Todas las noches cuando me voy a la cama, paso 22 minutos dando vueltas, escuchando la misma canción,
“Blue eyes…”
una y otra vez
“and jazz…”
para intentar quedarme dormida,
“and attitude.”
y no funciona.
Me quedo miranda al reloj cada vez que termina la canción, y cada 3 minutos,
06:15 hrs.
Play
igual que las ultimas 3 noches,
06:18 hrs.
Play
todo termina,
06: 21 hrs.
Play
y empieza otra vez.
A las 06:59 hrs tenía miedo de cerrar los ojos. Miedo de pasar 22 minutos más dando vueltas por la cama.
Dieron las 07:10 y sonó el despertador, debía ir a trabajar; era hora de empezar el día, pero me
puse a escribir todo lo que había pasado durante las últimas 3 noches.
Normalmente, me despierto a las 23:56 hrs: Algo no me deja dormir.
Un fuerte de almohadas alrededor de la cama.
Resaca.
Pasó 22 minutos dando vueltas en la cama porque Algo está entre el colchón,
las sabanas,
la alfombra,
el sofá.
No puedo conciliar el sueño por más que lo intento: Algo me parte la espalda.
00:30 hrs.
me tengo que levantar de la cama
00:31 hrs.
baja con cuidado la escalera
00:34 hrs.
no abre el congelador
00:35 hrs.
debo descongelar rápido el bistec
00:38 hrs.
en el fregadero bajo el chorro de agua
00:44 hrs.
debo ir al baño
No aguanto más el cansancio, se me cierran los ojos con cada gota que cae. Solo permanezco ahí, sentada sobre el inodoro, mirando los sucios mosaicos que recubren toda la pared y piso del baño,
00:45 hrs.
antes eran blancos
por 5 minutos o tal vez más.
Abro los ojos cuando ya ha sido suficiente y es momento de levantarme: ahora veo. Bajo el lavabo se ha acumulado una perfecta montaña de denso polvo: café, tal vez café claro; casi parece arena de la playa, casi parece que Algo ha estado construyendo castillos mientras no estoy en casa, y casi la derribo con el pie cuando me levanto.
00:47 hrs.
qué extraño es
El chorro de agua sale directo hacia mi pecho cuando, adormilada, abro la llave del lavabo para lavarme las manos. Me pasa cada noche, como si yo fuera el blanco, y es que siempre olvido abrirla con cuidado, quizá mañana la repare si tengo tiempo,
00:54 hrs.
siempre lo olvido
ahora debo cambiar mi camiseta, seguro que la de la noche pasada ya debe estar seca, mal tendida sobre la escalera; esta casa es tan pequeña que no hay espacio para un tendedero.
A las 01:05 hrs me estoy quedando dormida de pie junto a la estufa, mientras el aceite se calienta lento sobre el sartén. Algo me salpica el ojo.
Algo me quita el sueño y me devuelve a mis pensamientos.
01:10 hrs.
debo deshacerme del polvo bajo el lavabo
Tomé el recogedor y la escoba junto a la puerta de la cocina y me dirigí al baño. Me di cuenta de que ya no habría espacio en el bote de la basura para algo más, ni siquiera un poco de polvo, el bote está repleto de los cabellos largos que él dejó bajo el espejo: tendré que ingeniármelas para recogerlo todo.
Terminé la limpieza del baño a la 01:20 hrs.
A las 01:22 hrs pongo la carne roja sobre el mismo viejo sartén: empieza a burbujear.
01: 23 hrs.
la cocina también está sucia
Ya no cabe un traste más sobre el fregadero, mañana los lavo si tengo tiempo,
01:24 hrs.
siempre lo olvido
ahora debo lavar el mismo plato de cada noche para servir el mismo tipo de bistec a término medio.
01:29 hrs.
ya no pude comer más; debo dejar que la carne se enfríe para meterla al refrigerador, lo caliento en la mañana
01:33 hrs.
tengo que intentar dormir
No pudo dormir.
No había llegado aún a la cama, pero ya sentía ese Algo del lado derecho de la almohada, y sí pensaba en voltear, Algo ya estaría del lado izquierdo.
Volví a pasar 22 minutos dando vuelvas en la cama pelando con Algo.
01:54 hrs.
bajaré por la escalera para prepararme una taza de té verde que (dicen) ayuda a relajar y dormir, aunque no entiendo porque, si mi sueño solo queda un poco más espantado de lo normal con el fuerte sonido de la tetera a las 02:13 hrs, que me avisa que el té ya casi está listo: solo me aturde y resuena entre mis oídos
Me siento en el escritorio a intentar escribir.
No funciona.
Escribir sobre trastornos en los niños, la adquisición del lenguaje, quien sabe qué más y para quién sabe qué revista que me lo ha pedido: esas son cosas que solo él sabía explicarme y sabía corregir, yo no las entiendo.
02:09 hrs.
no pudo avanzar más de una página
02:11 hrs.
me siento impotente
02:13 hrs.
mierda, mi cabeza: ya está listo el té
Lloro otra vez de impotencia, porque no sirvo para nada,
02:15 hrs.
Debo servir el té
no puedo hacer nada,
02:16 hrs.
No puedo servir el té
no quiero hacer nada,
02:17 hrs.
No quiero el té
ni siquiera soy capaz de hacer nada,
02:18 hrs.
Ni siquiera me gusta el té
no hago nada bien sin él.
02:20 hrs.
el dolor de cabeza ya me está doblando más que Algo
Paso 17 minutos esa noche tratando de encontrar las malditas pastillas para el dolor de cabeza.
02:37 hrs.
basta de buscar, tengo que dormir
.
A las 02:38 vuelvo a la cama en una posición estratégica, lo que sea por no volver a sentir ese Algo.
No funciona.
Volví a pasar 22 minutos dando vueltas en la cama.
03:00 hrs.
¿qué es eso?
Algo llama mi atención. En una de las vueltas, por ahí de las 03:00 hrs, estaba acomodada en la orilla de la cama, sin miedo a caer, tengo un fuerte de almohadas alrededor de ella. Puedo apreciar perfectamente desde ese ángulo un rayo de luz que atraviesa la ventana y las pequeñas telarañas que se han tejido entre los barrotes. Tal vez era solo el faro de alguno de los autos de la calle
03:02 hrs.
tal vez rojo
pero, por primera vez, algo que no fuera él, iluminaba toda la casa.
Desde arriba, en mi pequeña alcoba, tengo vista al piso de abajo que siempre permanece a oscuras durante el día mientras voy al trabajo, y durante la noche mientras intento dormir, comer o Algo.
Esa noche, la luz que atraviesa la ventana me deja ver el polvo acumulado sobre el viejo televisor, hasta parece tener la marca de un puño en uno de los lados que seguro, es de él, de la última vez que le pegó para arreglar la señal.
El sofá
03:05 hrs.
antes era blanco
no es tan viejo, pero se ve desgastado por todo el polvo que tiene en los bordes de madera y las almohadas opacas por el desuso. En cambio, el Degas sobre la pared, que ahora es más gris, luce aún más hermoso. El polvo parece acentuar los azules y darle cierto matiz a las sombras oscuras del tules blancos de las bailarinas: le da algo de vida al óleo. Ya ni parece una imitación barata salida de algún mercado de antigüedades. Todo es más claro por la luz del faro de alguno de los autos
03:07 hrs.
tal vez rojo
de la calle.
A las 03:08 voy hacia el cajón para sacar la cámara y poder tomar una fotografía de aquel rayo de luz atravesando la ventana; que ilumina hasta la caja con sobras de pizza sobre la mesa de centro, con fecha: 14 de noviembre.
A las 03:12 pego la foto en la pared a espaldas de la cama, justo junto a todas las demás fotografías de rayos de luz que han entrado en la casa, incluyéndolo a él.
A las 03:13 ya estaba otra vez llorando mientras miraba las empolvadas fotografías y, al mismo tiempo, recordándome que no había dormido, y todo lo que tenía que hacer en 4 horas.
A las 03:15 hice bolas el último trozo de papel que quedaba del rollo con el que me sequé las lágrimas; lo arrojé a un lado junto con otro montón de papeles y tickets de quién sabe qué tirados en el piso, muy por fuera del bote de la basura.
Por primera vez, llorando me quedé dormida. Fueron los 14 minutos más placenteros que he tenido en casi 64 hrs, aún con Algo bajo el brazo.
03:29 hrs
¿qué fue eso?
Algo tocó a la puerta y me despertó: no abrí, claro. Seguro no eras tú.
Volví a pasar 22 minutos dando vueltas en la cama, pero, para las 03:45; Algo ya me tenía realmente harta.
No sé me había ocurrido levantarme de la cama y recoger todas las almohadas hasta que a las 03:47 hrs, me levanto para acomodarlas todas en la cama para así, dormir sobre ellas: lo que fuera por no sentir ese Algo debajo de alguna parte de mí cuerpo.
04:00 hrs.
no funciona
Algo me sube hasta la cabeza y empieza a punzarme.
Ya ni siquiera me movía, había perdido la fuerza para dar más vueltas sobre la cama.
Pasé 7 minutos tratando de recordar donde había dejado las pastillas para el dolor.
Habían oficialmente pasado 64 horas desde la última vez que concilie el sueño, y yo seguía sin entender porque Algo se negaba a dejarme dormir a gusto.
A las 04:11 hrs bajé de la cama e intenté dormir en la alfombra. Es imposible. El olor y todo el polvo que desprende con solo pisarla me hace difícil hasta respirar. Había latas de cerveza por todos lados, botellas de una que otra coca cola y demás restos de basura bajo la cama; hormigas en las gomas de mascar que seguro, él pegó bajo el buró. Al menos esta vez, Algo ya no estaba debajo de mí.
Solo pude soportar 14 minutos en la alfombra. El aire bajo la cama era helado, tal parece que un ventilador sopla constantemente mi espalda y la congela, cada vez es más y más frío, más fuerte.
04:26 hrs.
Algo está tratando de hacerme volver a la cama.
Bajé al sofá a las 04:27 hrs,
04:28 hrs.
antes era blanco
aunque bañadas en polvo, las almohadas, un poco olorosas a cigarro y cerveza fermentada, se han conservado bastante bien, son más cómodas que la alfombra. Nadie usa este viejo sofá, y yo no suelo recibir visitas nunca, solo él se sentaba frente al televisor, lo golpeaba un par de veces para tratar de arreglar la señal; y hasta que por fin lo conseguía, se sentaba cómodamente con los pies arriba de la mesa de centro,
04:30 hrs.
antes era de cristal
la cual rompió y reparó una y mil veces, así que opté por ponerle un trozo de madera barnizada en el hueco donde debía ir el cristal. Mientras él veía quién sabe qué estuvieran pasando por televisión abierta, yo freía el bistec a término medio que tenía preparado para él a la hora de la comida, pero no llegó hasta después de medianoche.
Los resortes del sofá de pronto parecen estar haciéndose viejos, como si Algo durmiera cada noche sobre él.
A las 04:40 hrs solo había estado dormitando sin éxito sobre el sofá.
Nada funciona.
Los rechinidos son cada vez más fuertes y yo penas y me muevo, no quiero alborotar más el polvo que parece volar por todas partes, como si una ráfaga de viento entrara por alguna parte, pero las puertas y ventanas de la casa están cerradas. Yo no dejo de estornudar y ya se ha acabado el papel del rollo.
04:45 hrs.
Algo está aquí
Casi iban a ser las 05:00: 65 horas sin dormir.
El sofá se estaba volviendo cada vez más insoportable: siento que ya no puedo dejar que Algo siga invadiendo mi casa.
04:50 hrs.
Algo quiere hacerme volver a la cama.
Quiero mi casa de vuelta.
5 minutos después volví a la cama.
La moví de lugar por completo esperando que Algo no se saliera del perímetro: los 4 puntos de basura y astilla que dejó la madera de la vieja cama por el suelo cuando la moví, parecían un recuerdo de que Algo estuvo ahí.
Ya no podía seguir en esa cama con tus fotografías a mi espalda viéndome retorcer; iba a terminar crucificada en esa pared junto a todos los santos si no saco a Algo de mi casa esta noche.
La cama ahora está muy cerca de mi pequeño balcón, casi al borde de las dos barras que me protegen del abismo. No hay espacio para un fuerte de almohadas en el piso está vez.
Tenía que barrer la basura, cambiar por completo las sábanas
05:15 hrs.
antes eran blancas
y tirarlas a la basura junto con tus fotos, todo debía irse junto con los envases medio vacíos, vecinos de las latas de comida y los pedazos de pizza congelada.
Aspiré la alfombra,
el piso,
los cojines,
el sofá también.
Lo limpié todo: tenía que lavar los trastes por si Algo se ocultaba entre la leche podrida de los vasos y los restos de sopas instantáneas. Tenía que arreglar la llave del lavabo por si Algo estaba ahí dentro esperando a que yo la abriera para salir, mojar mi camiseta y tomar el alma de esta casa.
El polvo del televisor, de la mesa, del escritorio; los papeles, los tickets, las colillas del cenicero, las telarañas viejas y hasta la caja de pizza del 14 de noviembre, junto con todo lo que él había dejado tirado por ahí, se iban junto con Algo.
A las 05:50 hrs se oía el sonido de una campana; cada vez es más fuerte.
Recorre una a una las calles de la ciudad.
Esa noche, la campana anunciaba que la verdadera luz iba a entrar pronto por las ventanas de mi casa, y pude ver, por vez primera, la calle a través de ellas; ya no tenían polvo y marcas de que debió llover muy fuerte alguna noche. Seguro fue en alguna de aquellas en las que yo solía poder dormir, porque ni siquiera puedo recordar cuándo fue la última vez que vi llover a través de la ventana.
Amaneció,
05:53 hrs.
y yo apenas anochezco
a las 06:00 hrs, cuando el camión de la basura estaba ya en la esquina junto al gran árbol de la calle.
06:01 hrs.
creo que es un roble
Saqué 7 bolsas de basura, con todo y tus fotografías. Sólo quedaría la foto del alma sucia de la casa que alguna vez habitaste siendo atravesada por la luz de un automóvil
06:02 hrs.
tal vez rojo
de la calle a las 03:00 hrs.
Esa mañana, a las 06:05 hrs, lloraba mientras sacudía las nuevas sábanas
06:06 hrs.
antes eran blancas
para la cama, esperando que el viento se lleve todo el polvo que quede en el lugar.
Algo se está yendo ahora en alguna de las bolsas de basura, mientras yo, como todas las noches a partir de ahora, siento miedo de volver a pasar 22 minutos dando vueltas en la cama, escuchando la misma canción,
“Blue heart…”
una y otra vez
“and hans…”
para intentar quedarme dormida,
“and aptitude.”
y que no funcione.
Y me quedo mirando al reloj cada 3 minutos cuando esta termina,
06:15 hrs.
Play
igual que las ultimas 3 noches,
06:18 hrs.
Play
cuando todo terminó,
06: 21 hrs.
Play
y empezó otra vez.
A las 06:59 hrs tenía miedo de cerrar los ojos. Miedo de pasar 22 minutos más dando vueltas por la cama.
Dieron las 07:10 y sonó el despertador, debía ir a trabajar; era hora de empezar el día, pero me puse a escribir todo lo que había pasado durante las últimas 3 noches.