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  • Eleazar Jiménez López

Diálogos imaginados sobre el método de cooperativas escolares

El planteamiento de un diálogo imaginado entre teóricos y prácticos ofrece una exploración al hito de las cooperativas escolares como estrategia de enseñanza y su vigencia en la escuela formal. Con este recorrido se exploran los principios psicológicos, pedagógicos e institucionales para aportar elementos que converjan en (re)imaginar el método de cooperativas escolares.


Así mismo, se plantea la vigencia de las cooperativas escolares en el nivel de secundarias técnicas como detonadores para el desarrollo de la cultura cooperativa y de convivencia para alcanzar el bien común; y la posibilidad de reanimar, revivir y reescribir en contraposición al conocimiento cognitivo, la lógica de mercado y la actual despedagogización de la educación.


Las primeras experiencias con cooperativas escolares surgieron en Francia, justo al finalizar la Primera Guerra Mundial. Debido a las secuelas sociales que dejaron los conflictos bélicos, Barthelemy Profit, que fungía con el cargo de inspector de escuelas, inspirado por los aportes pedagógicos de Celestine Freinet, decidió impulsar la organización de los planteles escolares en asociaciones de tipo cooperativo, con la finalidad de impulsar actividades productivas que generaran las condiciones para la adquisición de recursos y materiales educativos, mobiliarios y útiles escolares. Hoy en día, la idea de Barthelemy Profit sigue vigente, especialmente ante las consecuencias sociales de la pandemia y pospandemia de covid-19 y la emergencia de revitalizar el sentido cooperativo de las nuevas generaciones.



Celestine Freinet


Método y desarrollo


El estudio se hizo a partir de la revisión documental de bibliografía existente en relación al aprendizaje cooperativo y la realización de una entrevista semi-estructurada basada en un formulario, cuyo enlace fue compartido en correos electrónicos y contactos en WhatsApp.


En el formulario de Google se registraron un total de 4 respuestas, cuya relación en común es tener, haber y seguir teniendo relación con la asignatura de Tecnologías; de los cuales 1 corresponde a supervisor, 1 jefe de enseñanza, 2 coordinadores de tecnologías. Por la masificación de dicho formulario, se esperaba una mayor participación; sin embargo, es un trabajo que seguirá en construcción, por lo que lo aquí presentado se trata más bien de conclusiones preliminares. Dicho instrumento estuvo compuesto por 11 preguntas, de las cuales seis recopilan datos personales de los participantes y las cinco restantes indagan respecto a cooperativas escolares, sus fines pedagógicos, su sentido y vigencia ante los cambios globales.


El siguiente diálogo recreado, es una fuente de inspiración y de aprendizaje como proceso de creación intencionada de la Zona de Desarrollo Potencial (ZDP), para la construcción de sentidos y significaciones de las cooperativas escolares, situado en un café pedagógico, en el que se puede disfrutar del aromático y la charla con los teóricos y prácticos que han hecho aportes a los principios psicológicos y pedagógicos que han sido la fuente de inspiración para el método de cooperativas escolares en el nivel de Educación Secundaria Técnica.


Un sorbo de café, con aroma psicológico…


Entrevistador: Haciendo alusión a la Zona de Desarrollo Real (ZDR), iniciaré el diálogo citando la frase de Paulo Freire “Nadie educa a nadie –nadie se educa a sí mismo-, los hombres se educan entre sí con la mediación del mundo”. Puedo evocar que al cursar mi educación secundaria, hice el pago de un bono para ser socio de la cooperativa escolar, y al término del ciclo escolar, el titular de la asignatura de pecuaria me hizo entrega de la utilidad. En primer grado, criábamos y vendíamos pollos, encalado de la nave avícola, aplicación de vacunas; en segundo grado, criábamos cerdos y realizábamos la limpieza de zahúrdas; y en tercer grado, engorda de bovinos. El maestro nos integraba en equipos de trabajo. Sin embargo, a mis 12 años de edad, comprendía muy poco como funcionaba la cooperativa escolar. Por lo que iniciaré la entrevista planteando la siguiente interrogante: ¿Qué es una cooperativa escolar?


R: Samuel (Coordinador de Actividades Tecnológicas): Saber ser y saber hacer, es decir la esencia humanista del ser humano y el conocimiento que dispone coadyuva para el desarrollo de habilidades. Un concepto práctico de cooperativas escolares es el espacio o ambiente propicio para resolver problemas de necesidades cotidianas tales como comer, invertir monetariamente, esperar resultados óptimos, etc.


R: Claudia: La cooperativa escolar es entonces una asociación de alumnos de una institución educativa, dirigida y gestionada por los mismos, con la guía y ayuda de sus maestros y profesores, cuyos fines son experimentar, aprender y afianzar el sentido de la cooperación y la solidaridad junto a los valores democráticos, así como la interacción entre el esfuerzo propio y la ayuda mutua que dan por resultado una mayor autonomía y capacidad de decisión y liderazgo. Todo ello se obtiene mediante la realización de proyectos y/o actividades comunes dentro de los límites de la institución escolar que atienden, y teniendo siempre en cuenta el bien de la comunidad que les rodea.


R: Manuel de Jesús (Jefe de enseñanza de Tecnologías): Desarrollar los programas de estudio mediante el procedimiento de hacer produciendo.


R: José: Concibo que la cooperación escolar, es decir, la gestión de la vida y del trabajo escolar por los usuarios, incluyendo al maestro, debe ser en consecuencia una actitud eminentemente social y por ello puede hablarse, con propiedad, de …una sociedad de niños… y de que la clase se convierta en una agitada colmena.


R: José Aníbal (Supervisor): Aprender a trabajar en colectivo por el bien común.


Entrevistador: La cooperativa escolar, es un método de enseñanza, su gestión y administración es autónoma, llevada a cabo por el Consejo de Administración. Estos consejos están integrados por un presidente, secretario/a y tesorero/a nombrados en una asamblea general. Se rige mediante el Reglamento de Cooperativas Escolares, del cual se desprenden las disposiciones generales, fines, tipos de cooperativas, constitución y registro, órganos de gobierno y control, de los socios, capital, aportaciones y rendimientos, disolución de las cooperativas escolares y las sanciones. El fin de la cooperativa escolar es eminentemente pedagógico y autogestivo, es decir, es autónoma y se gobierna por sí sola. Tiene la intención de unir voces, esfuerzos, responsabilidad, compromiso y voluntad para el logro de fines colectivos.


R: Norma (Coordinadora de Actividades Tecnológicas): Es el desarrollo común de actividades técnicas y pedagógicas en una institución educativa.


R: Claudia: Es importante recuperar un hito del origen del trabajo con cooperativas escolares, lo que nos lleva a mencionar a Celestine Freinet “quien creía que el conocimiento y aprendizaje deben formar parte de la experiencia vivida” (Sánchez, 2011: 9).


Desde la experiencia francesa, el aporte de Freinet es retomado por Barthelemy Profit quien creó la primer cooperativa escolar que llamó “Les abeilles” o “Las abejas”. Este educador siempre sostuvo un rechazo hacia las prácticas autoritarias en las escuelas así como la competencia evidente entre los estudiantes y llegó a afirmar que la escuela debe verse como una pequeña República, basada en los valores de la cooperación y la solidaridad.


Entrevistador: Las cooperativas escolares propician el desenvolvimiento psicosocial del educando, promoviendo el desarrollo de solidaridad, ayuda mutua, cooperación y responsabilidad de tareas en beneficio del colectivo. Se impulsa el trabajo en equipo en cada una de las actividades emprendidas por el o la docente. Por lo que creo conveniente explorar, ¿Cómo se construye el conocimiento a partir de la interacción entre pares pues, es allí donde reside el aprendizaje colectivo?


R: Lev Seminovitch Vigotsky: Para entender el desarrollo del niño, es necesario conocer la cultura donde se crece. En mis estudios de psicología evolutiva, pude identificar que el aprendizaje se da en interacción con el otro, mediados por instrumentos culturales que son parte de las invenciones sociales.


Parte de mis postulados plantean que la zona de desarrollo potencial no es otra cosa que la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz.


Entrevistador: Entiendo que la sestrategias de tutorado y acompañamiento, el trabajo en equipo y la relación docente-madre/padre de familia y toda persona vinculada con la o el estudiante coadyuvan en su proceso de aprendizaje. Por ello, la relación estudiante-docente es indispensable.


R: L. Meece: Por medio de las actividades sociales del niño, se aprende a incorporar a su pensamiento herramientas culturales como el lenguaje, los sistemas de conteo, la escritura, el arte y otras invenciones sociales.


Entrevistador: Retomando los distintos puntos de vista, puedo afirmar, que el método de cooperativas escolares propicia la creación de Zonas de Desarrollo Potencial (ZDP) con el desenvolvimiento de los estudiantes en las diversas actividades propuestas por los docentes. Entre ellos, los valores de responsabilidad, disciplina, cooperación, solidaridad y ayuda mutua apuntalan la formación axiológica de los estudiantes con la mediación del mundo.



Un sorbo de café, con aroma pedagógico


Entrevistador: En este avanzar, corresponde profundizar en relación con los fines pedagógicos de las cooperativas escolares, como imaginarios que se desean alcanzar a partir de creación de Zonas de de Desarrollo Potencial (ZDP) y como una posibilidad para reivindicar la relación sujeto-sujeto con la intermediación del docente en función de la realidad que se está viviendo. Las cooperativas escolares reivindican los vínculos afectivos y de trabajo colaborativo.


R: José Aníbal (Supervisor): Que las y los estudiantes apliquen en su vida cotidiana los conocimientos y los beneficios de trabajar en cooperativa.


R: Margarita y otros/as: El individuo se sitúa, según Vigotsky, en la zona de desarrollo actual o real (ZDR) y evoluciona hasta alcanzar la zona de desarrollo potencial (ZDP) que es la zona inmediata a la anterior. Esta zona de desarrollo potencial no puede ser alcanzada sino a través de un ejercicio o acción que el sujeto puede realizar solo, pero le es más fácil y seguro hacerlo si un adulto u otro niño más desarrollado le prestan su ZDR, dándole elementos que poco a poco permitirán que el sujeto domine la nueva zona y que esa ZDP se vuelva ZDR.


R: Samuel (Coordinador de Actividades Tecnológicas): Desarrollo de habilidades innovadoras, mercados tecnológicos, manejo e inversión de recursos financieros con la esperanza de buenos resultados.


R: Manuel de Jesús (Jefe de Enseñanza de Tecnologías): Saber planear, organizar, desarrollar y. resolver problemas de la vida cotidiana.


R: Norma (Coordinadora de Actividades Tecnológicas): Promover la toma de decisiones, la ayuda mutua, la solidaridad, la colaboración y responsabilidad en el desarrollo de actividades teórico-prácticos desde lo individual y en colectivo, para lograr un fin común.



Un sorbo de café, con aroma institucional


Entrevistador: En México, la educación secundaria fue creada por el educador, poeta, escritor y diplomático Moisés Sáenz, que nació “con el sentido democrático, popular y nacionalista de la Revolución cuya doctrina expresa y difunde en todo el territorio nacional la escuela rural de México” (Solana, Cardiel & Bolaños, 2001: 225). Sin embargo, en el devenir histórico y ante las configuraciones de los programas sexenales, fue en el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964), que se da un gran impulso al desarrollo de la educación técnica con el nombramiento de Jaime Torres Bodet como titular de la Secretaría de Educación Pública. Con la llegada de este contemporáneo de Vasconcelos, un primer cambio estructural fue la “creación de la Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior” (Solana, Cardiel & Bolaños, 2001: 495), con el cual se logró el impulso e institucionalización de la secundaria técnica en el país. Su programa se caracterizó por dos principios rectores: la impartición de asignaturas académicas para asegurar la formación y continuidad de sus estudios en los siguientes niveles educativos y una formación tecnológica para brindar la posibilidad de su incorporación a la vida del trabajo y laboral.


Otro cambio trascendental, que se dio durante el sexenio de José López Portillo (1976-1982), fue la creación de la Dirección General de Educación Secundaria Técnica (DGEST) en 1978 (Solana, Cardiel & Bolaños, 2001: 522). En 2006, la DGEST fue reasignada a la Administración Federal de Servicios Educativos.


Las cooperativas escolares existentes en los centros educativos se fundan y regulan por el Reglamento de Cooperativas Escolares y el Manual de Organización de la escuela de Educación Secundaria Técnica, donde llaman la atención los siguientes preceptos:


Artículo 9°.- Las cooperativas escolares tendrán una finalidad eminentemente educativa.

Artículo 10°.- Para el logro de su finalidad, las cooperativas escolares deberán:

I.- Propiciar el desenvolvimiento psicosocial del educando, promoviendo el desarrollo de actividades de solidaridad, ayuda mutua, cooperación y responsabilidad de tareas de beneficio individual y colectivo.

II.- Facilitar la asimilación teórica y experimentación práctica de principios básicos de convivencia social, igualdad, democracia, comunidad de esfuerzo y espíritu de iniciativa.

III.- Desarrollar hábitos de cooperación, previsión, orden y disciplina;

IV.- Coordinar sus actividades con los contenidos, planes y programas escolares de cada rama de la enseñanza, contribuyendo a la adquisición de conocimientos integrados;

V.- Favorecer el proceso de autoaprendizaje funcional de educando;

VI.- Propiciar la aplicación de técnicas participativas, métodos activos de aprendizaje y otros que coadyuven al proceso educativo y

VII.- Vincular al educando con la realidad de su medio ambiente, a través de actividades productivas.


Adicionalmente, en el artículo 12, fracción I, de la Ley General de Educación (2019), plantea que contribuir a la formación del pensamiento crítico, a la transformación y al crecimiento solidario de la sociedad, enfatizando el trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo recupera atinadamente los conceptos de solidaridad, trabajo en equipo y colaborativo y refuerza lo planteado en la cita anterior.


En el mismo orden de ideas, en el artículo 15, Fracción V de la misma legislación, dedicado a los fines de la educación, se obliga a las instancias educativas a


Formar a los educandos en la cultura de la paz, el respeto, la tolerancia, los valores democráticos que favorezcan el diálogo constructivo, la solidaridad y a búsqueda de acuerdos que permitan la solución no violenta de conflictos y la convivencia en un marco de respeto a las diferencias.


El sentido axiológico que plantea la Ley General de Educación, como uno de los fines educativos, tiene coincidencias con los fines pedagógicos de las cooperativas escolares como umbral de la práctica de valores. Al respecto, el artículo 18, fracción X hace hincapié en la importancia de los valores para la responsabilidad ciudadana y social, como el respeto por los otros, la solidaridad, la justicia, la libertad, la igualdad, la honradez, la gratitud, y la participación democrática con base a una educación cívica. Por otra parte, en el apartado de los contenidos de los planes y programas de estudio (fracciones XVIII y XIX del artículo 30) se señala la importancia del “fomento de los valores y principios del cooperativismo que propician la construcción de relaciones, solidarias y fraternas; y la promoción de actitudes solidarias y positivas hacia el trabajo, el ahorro y el bienestar general”.



El último sorbo: la nueva Zona de Desarrollo Real (ZDR)


El presente plantea grandes retos en la educación; la virtualidad está rompiendo las relaciones afectivas de persona a persona y acentuando la comunicación vertical emisor-receptor con la intermediación de medios electrónicos; hay una provocación enorme al ingenio y creatividad de las y los docentes.


El método de cooperativas escolares, ciertamente surgió en un momento histórico, en que se suscitaba, el cambio de la escuela pasiva a la activa, lo que ubicó a los estudiantes como el centro de interés para generar propuestas pedagógicas. La propuesta plantea que los estudiantes asuman su propio proceso de aprendizaje, reunidos en asamblea, como el máximo órgano para la toma de decisiones, con el acompañamiento del o la docente. Pueden hacer valer sus voces,en la toma de decisiones para emprender proyectos productivos viables con un alto grado de significatividad. A su vez, sublima el individualismo y la competencia entre pares, al plantearse como dispositivo didáctico axiológico que fomenta el trabajo cooperativo, la solidaridad, la igualdad, el respeto, la tolerancia y la justicia.


Los supuestos, teóricos y prácticos, abonaron al análisis y reflexividad, esfuerzo y compromiso, y esta conjunción se hizo respetando los postulados de cada uno/a, respecto a la importancia de las cooperativas escolares en tiempos complejos, cuando constantemente se están rompiendo y enlazando saberes pedagógicos. Son tiempos de trabajar en cooperación y solidaridad para hacer de la Tierra, que ha sido nuestro hogar ancestral, un espacio habitable y equilibrado. Para ello, es necesario renunciar, al rótulo de valor material, como construcción social, que se ha dado a los recursos naturales; ahora son tiempos de prácticas comunales cooperativas.


Es fundamental también cambiar el paradigma de la productividad o beneficio-costo por el paradigma del cooperativismo, para recrear y depositar la participación, compromiso y voluntad de todos en el ánimo de alcanzar beneficios justos para todos.


El arte de crear y diseñar Zonas de Desarrollo Potencial (ZDP) requiere tener en claro los fines pedagógicos que se pretenden lograr, articulado por el idear, diseñar y la puesta en marcha de proyectos productivos viables, en los cuales los socios invierten mediante la adquisición de certificados y al cierre del ciclo escolar reciben de manera equitativa la utilidad generada durante el ciclo. De este aprendizaje vivencial o experimental, los estudiantes se apropian de los contenidos a partir de la experiencia, siendo esta la mediación entre las manifestaciones propias y genuinas del individuo y los saberes compartidos en la educación formal. Al final, ambas dotan al sujeto para que movilice sus saberes en la solución de problemas. Tal como lo define De Sousa Santos (2019: 126), la experiencia es tanto la vida subjetiva de la objetividad como la vida objetiva de la subjetividad, fundándose de esta manera, una pedagogía de la experiencia.


El método de cooperativas escolares es un semillero de posibilidades de imaginación dialéctica y pedagógica. Considero que los presupuestos que estimulan su germinación son: la imaginación, voluntad y tenacidad, para crear los campos de posibilidades de intervención diversificada. Asimismo, representa una alternativa a las prácticas de enseñanza tradicionales, que se caracterizan por entablar la relación de emisor-receptor, sin que haya interacción entre los sujetos, y el protagonismo centralizado en la figura del maestro.


Los fantasmas de Freinet y Barthelemy Profit siguen recorriendo las aulas de secundarias técnicas mediante un método que converge con el método de proyectos en la enseñanza de la Tecnología, contemplado en un Acuerdo de 2019 por el que se establece el plan y programa de estudio para la educación básica, y se retoma la asignatura de Tecnología como espacio curricular, y la vigencias de las cooperativas escolares como método en la modalidad de educación secundaria técnica. En este primer acercamiento, se puede postular que el aprendizaje cooperativo se desarrolla respetando las coincidencias y las diferencias, y reconocer que el aprendizaje se logra con la lúdica, la sonrisa, y la palabra, la intuición, la participación, los aciertos y desaciertos y la determinación en la toma de decisiones para el reencuentro entre los estudiantes y los docentes. Hacer del vínculo pedagógico un disfrute.


Es necesario, hacer un desplazamiento pedagógico, de lo cognitivo e individualizante a una educación más socializadora, y plantearse imaginarios pedagógicos intencionados que nos permitan transitar hacia la utopía, en la construcción de un mundo mejor y equilibrado, un mundo que refleje aquella frase que versa “yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”.


 

Bibliografía consultada


De Sousa Santos, Boaventura (2019). El fin del imperio cognitivo. La afirmación de las epistemologías del Sur. Editorial Trotta. Disponible en: https://drive.google.com/file/d/1xAL_pnwg8uv9TVmJnyPPu7h-sxjxTge8/view?fbclid=IwAR2UKeZ2kIAxTKvDzE6vvAnq7zJG0hlK9mOmuLxCcDCWTTMT7AaV4fCQ8vE


DOF (1982). Reglamento de cooperativas escolares. SEP. Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4728645&fecha=23/04/1982


Gómez Palacio, Margarita; Villarreal, María Beatriz; V. González, Laura; López Araiza, María de Lourdes (1995). El niño y sus primeros años en la escuela. SEP/Biblioteca para la Actualización del Maestro.


González Monteagudo, José (1988). La pedagogía de Celestin Freinet: Contexto, bases teóricas, influencia. Madrid: CIDE-Centro de Investigación y Documentación Educativa. Disponible en: http://bajafiles.net/f/VwnuG


Meece, L. (2001). Desarrollo del niño y del adolescente. Compendio para educadores. Biblioteca para la Actualización del Maestro. SEP/Mc GRAW HILL Interamericana.


Sánchez Bajo, Claudia (2011). Las cooperativas escolares en las escuelas primarias y secundarias.


SEP (1982). Manual de organización de la escuela de educación secundaria técnica.


DOF (2019). Ley general de educación. SEP. Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGE_300919.pdf


Solana, Fernando; Cardiel Reyes, Raúl; Bolaños Martínez, Raúl (2001). Historia de la Educación Pública en México (1876-1976). 2ª ed. México: FCE. Disponible en: https://es.scribd.com/doc/253990246/Historia-de-La-Educacion-Publica-en-Mexico-1876-1976

 

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