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  • Salvador Santos García

Del porqué Chaahk no es Chaahk


Coodz Pop de Kabah. Foto del autor.


Antecedentes


Las llamadas cascadas de mascarones (Fig. 1B) son un elemento arquitectónico presente en las portadas zoomorfas del área maya (Fig. 1A), de las cuales las más conocidas son las que se encuentran en los estilos Río Bec y Chenes, pero no las únicas. A lo largo del siglo XX han sido objeto al igual que las portadas principales de algunos edificios con unas grandes fauces frontales, de estudios relacionados a desentrañar la identidad de qué o quién está representado. En los estudios iconográficos más tempranos tenemos menciones simplemente de long nose god (Spinden 1913) o dicho de otro modo de dioses narigudos que fueron relacionados en parte por sus dentaduras, con representaciones de serpientes.


Posteriormente, Seler (apud Williams-Beck 1987) creyó ver en esos edificios alusiones al culto a Venus y de Quetzalcoatl. Ya en los años 60 Foncerrada de Molina (1965, 1968) planta la idea de que las representaciones de estos seres narigudos serían el dios de la lluvia Chaahk, esto debido a que en las imágenes del dios de los códices del Posclásico se le representa con una nariz alargada. Ésta idea ha sido perpetuada a lo largo del tiempo hasta el punto de se sigue empleando hasta el presente. Pero esa idea no ha sido la única que se ha desarrollado, ya en la misma década del 60 Thompson (1988) ya había planteado la posibilidad de que se tratase de Itzamnaaj deidad a la que creía con rasgos de ofidio, rasgo que hizo extensible a todas las representaciones mayas, diciendo por tanto que cualquier representación con rasgos de ofidios sería de este dios.


Para la década de 1980 Paul Gendrop (1983) siguió la idea de las portadas y las cascadas de mascarones representarían a Chaahk, deidad de la lluvia. Sin embargo un estudio llevado a cabo por Lorraine Williams-Beck (1987) demostró que las portadas tenían otros elementos iconográficos, pero debido a la falta de datos la autora concluyó que se debía aceptar las ideas de Thompson y de Foncerrada de Molina.


Ya para el fines del siglo XX estudios de David Stuart (1997) y Linda Schele (1998) plantearon que las representaciones no debían representar todas lo mismo, sino que habría una variabilidad de acuerdo a los elementos iconográficos que presentasen. En ese rublo se proponía que algunas eran representaciones del witz “montaña”, esto para el caso de algunas portadas y cascadas de mascarones. Por ejemplo el caso del templo 22 de Copán, lo cual era una alegoría al cosmos que la montaña representa, en otros casos si se trataría por ejemplo de alguna deidad como Itzamnaaj, aludiendo a algunos elementos icónicos de la deidad en el período Clásico.


Por otra parte Claude Baudez (1999, 2004) también es defensor de la idea que su asociación con la tierra, con conceptos similares a las conclusiones de Stuart (1997), sólo que en éste caso lo denomina “monstruo cauac” en vez de witz , dicha idea también es defendida por Erik Boot (2003) en sus comparaciones con la montaña zoomorfizada o antropomorfizada que aparece en algunas vasijas pintadas (Fig. 2G). Para la primera década del siglo XXI Lorraine Williams-Beck (2012) plantea que estaríamos frente a las representaciones de K’awiil, deidad del rayo y la realeza en el período Clásico y estrechamente asociada con Chaahk, más recientemente, MacDonald y Stross (2012), plantearon la idea de que en algunos casos se trataría de un ser poco comprendido denominado Water Lily Monster (Figs. 2E y 2F) , pero que guarda relación con el inframundo acuático.


Con todo lo anterior, vemos que al contrario de lo que popularmente se menciona, no hay una sola postura ni consenso acerca de qué o a quién representan las portadas y las cascadas de mascarones, sino que en el mundo académico hay una serie de propuestas respecto a eso, aunque la tendencia actual es identificar a estas representaciones como el witz (cerro, montaña). Es por ello que expondré las cuestiones que considero adecuadas para descartar a Chaahk como el ser al que se encuentra representado en los elementos aludidos.


Fig. 1 Portada zoomorfa, cascadas de mascarones y elementos que las componen. A) Portada zoomorfa con cascada de mascarones (tomado de Gendrop 1983:82), B) Elementos que conforman los mascarones (tomado de Foncerrada de Molina 1965 Fig.10) C) Variaciones de la nariz en las cascadas de mascarones (tomado de Gendrop 1983:129), D) Vista frontal de los mascarones en Tabasqueño (Foto del autor), E) Vista frontal de los mascarones en Uxmal (Foto del autor), F) Vista frontal de los mascarones en Mayapan (Foto del autor), G) Variantes de las orejeras de los mascarones (tomado de Gendrop 1983:127).


La nariz larga que no existía y otras cosas más


Planteado lo anterior, cabe preguntarse ¿de dónde viene la idea de que las cascadas de mascarones representan a Chaahk?, pues bien hagamos un poco de historiografía, primeramente a finales del siglo XIX y principios del XX , las únicas representaciones de deidades mayas que estaban disponibles para su estudio, eran las que se encontraban en los códices Dresden, París y Madrid (Fig. 2A), en esos documentos vemos a un Chaahk que presenta una larga nariz que a veces se curva y asociado a ámbitos celestes y de fertilidad.


Observando tal rasgo y tales atributos, no fue difícil hacer la relación. La zona del Chenes, Río Bec y Puuc es poco fértil y a diferencia del petén guatemalteco, no es selvático, ni hay ríos en la superficie, por tanto resulta lógico pensar que se adorara de manera casi obsesiva a la deidad de la lluvia, este extremo quedaría demostrada por edificios como el Coodz Pop de Kabah, el cual es un edificio cubierto por su parte frontal en su totalidad por mascarones de un ser narigudo.


Aquí vale lanzar una pregunta, ¿Chaahk siempre lució de la misma manera?, bien esa pregunta tardó un poco en ser respondida, pues si bien hay un corpus extensísimo de representaciones en cerámica, piedra y otros soportes, no fue hasta el desciframiento de la escritura maya que se pudo leer lo que había plasmado.


Las lecturas epigráficas dan cuenta de que muchas de las deidades presentes en los códices del Posclásico existían desde épocas más tempranas, al menos desde el Clásico, aunque algunas son incluso más antiguas como lo es Chaahk, pero es ahí donde nos llevamos la sorpresa, el dios tuvo varios cambios de apariencia a lo largo de su existencia.


Fig. 2 Rasgos de Chaahk en diversas épocas, Water Lily Monster y la montaña zoomorfizada. A) Chaahk en el códice Dresden p.69, B) Rostro de Chaahk en Preclásico Tardío (tomado de García Barrios 2008:40), C) Logograma del nombre de Chaahk de Clásico temprano (tomado de García Barrios 2008:48), D) Representación de Chaahk en el Clásico Tardío (tomado de García Barrios 2008), E) Water lily monster K1941 (dibujo del autor), F) Water lily monster K661 (dibujo del autor), G) Witz como montaña zoomorfizada (K1398).



El exhautivo trabajo llevado a cabo por Ana García Barrios (2008) con respecto a Chaahk tanto en forma como en significado y función permite poner en evidencia cómo a medida que pasaba el tiempo, la deidad conservó los mismos atributos iconográficos, pero su representación cambió a veces drásticamente (Figs. 2B, 2C y 2D).


Entonces, ¿de qué período son las representaciones de la arquitectura Chenes, Río Bec y Puuc?, pues según los datos arqueológicos de que se dispone debieron pertenecer entre los siglos VII-IX es decir durante el período que se ha denominado Clásico Tardío Terminal, más o menos equivalente al Epiclásico del Altiplano Central.


Una vez planteado la temporalidad, ahora tenemos que ver cómo lucen las representaciones de Chaahk durante ese período. García Barrios (2018: 51) nos lo explica de la siguiente forma


Los rasgos faciales de Chaahk en el Clásico Tardío (600-900 d.C) coinciden, salvo algunas variaciones, con los del Clásico Temprano. La mayor diferencia entre los rostros tempranos y los tardíos reside en la presencia de la lengua serpentina[…] característica de las representaciones tempranas del dios en la región del Petén, que desaparece durante el Clásico Tardío y se retoma, posteriormente, en el Clásico Terminal en las Tierras Bajas del Norte, tal como se aprecia, por ejemplo, en los personajes representados en los murales de Mulchic o en la figura de Chaahk representada en la Estela 14 de Uxmal, manteniéndose hasta el Periodo Posclásico en una gran cantidad de imágenes del códice de Dresde.


Así a primera vista vemos que las representaciones de la arquitectura no corresponden a lo que tenemos en otras representaciones, pero antes de ser alarmistas detengámonos a ver con mayor detalle los rasgos iconográficos presentes en las cascadas de mascarones, pues bien podría tratarse de una variación en su representación.


Lo primero que tenemos y ya lo había dejado constatado Gendrop (1983) es que existe un amplia gama de diferentes formas de representar un mismo elemento en las cascadas de mascarones, sobre todo de la larga nariz, algunos de ellos llevan elementos al interior de esa nariz como son círculos, círculos concéntricos, elementos en forma de “X”, elementos en forma de “X” y círculos, e inclusive algunos no presentan ningún elemento (Fig. 1C).


Por otra parte el rostro del ser también presenta variaciones (Figs. 1D, 1E y 1F), pues a veces tiene un diente en forma de T, otras veces algo que parece una lengua bífida y otras más presenta verdaderas fauces repletas de dientes, así mismo también hay variantes en las cejas, los ojos, las pupilas y demás elementos.


La orejeras también son diferentes, algunas presentan lo como colgante lo que se ha considerado representaciones de hueso (Browder 1991, Kettunen 2006), algunos otros presentan foliaciones que MacDonald y Stross (2012) han considerado de lirio acuático, de la misma manera el elemento central de la orejera es redondo, ovalado o cuadrangular (Fig. 1G).


Pero a todo lo anterior, cabe destacar un dato interesante, resulta que durante el período Clásico Chaahk no presenta una nariz larga, sino que ésta se ve en la forma de un pequeño rizo sobre el labio superior, y es éste el que en realidad se presenta alargado, no será hasta el Posclásico que Chaahk presente la nariz alargada, entonces siempre se ha querido ver una nariz que en realidad no existía.


Ahora viendo el simbolismo de los elementos que presentan las cascadas de mascarones, como lo son las representaciones de círculos y elementos en forma de “X”, observamos que no guardan ninguna relación con Chaahk, no son elementos que veamos que la deidad incorpora a su repertorio iconográfico, dichos elementos han sido relacionados por diferentes autores (Stuart 1997, Baudez 1999, 2004, Boot 2003) con representaciones terrestres como los son el witz y el Water Lily Monster, también las foliaciones de lirios que vemos en algunas representaciones están estrechamente relacionadas con el Water Lily Monster, que como dice Stuart (2007), es uno de los elementos iconográficos con mayor presencia en el arte maya, pero poco comprendido, aunque está relacionado con el inframundo acuático al juzgar por la posición que ocupa en muchos monumentos esculpidos.



Consideraciones finales


Al juzgar por lo antes expuesto queda claro una cosa, no es posible seguir manteniendo la idea de que las portadas zoomorfas, así como de las cascadas de mascarones integradas a numeroso edificios, sean representaciones de Chaahk, aunque la idea suena tentadora, no existen la evidencia necesarias para aseverarlo así.


Hemos visto que para empezar el largamente mencionado como atributo exclusivo de la deidad, su larga nariz, no es ni atributo ni exclusivo del dios Chaahk, al menos durante el período Clásico, que es la etapa donde se erigieron las cascadas de mascarones. En su lugar tenemos una serie de seres ya sean dioses u otros que presentan tal rasgo, que no es nariz, sino un labio superior alargado.


Cabe aquí una última pregunta de este trabajo y la principal a resolver, ¿si no es Chaahk, entonces que o a quien representan las portadas y las cascadas de mascarones?, pues bien aquí solo se pretendió demostrar que no es Chaahk, ya anteriormente se ha mencionado una serie de propuestas dadas por otros investigadores, en lo personal anteriormente (Santos García 2016) había planteado a igual que otros investigadores que se tratan de representaciones del cerro o witz, pues lo elementos presentes, están más relacionados con el ámbito terrestre y el inframundo acuático que con el ámbito celeste y la lluvia. Y es esto, creo, lo más acertado.


 

Referencias


Baudez, C. (1999) “Los templos enmascarados de Yucatán” en Arqueología Mexicana, Vol. VII Num. 37 mayo-junio 1999 pp.54-59.


Baudez, C. (2004) Una historia de la religión de los antiguos mayas México : UNAM-IIA-CFEMC.


Boot, E.(2003) “Ceramic” Support for the Identity of Classic Maya Architectural Long-Lipped (Corner) Masks as the Animated Witz“Hill, Mountain” en Mesoweb [En línea] Holanda, disponible en http://www.mesoweb.com/features/boot/Masks.pdf [Accesado el día 28 de mayo del 2019].


Braudel, F. (1970). La historia y las ciencias sociales. Alianza Editorial: Madrid.


Browder, C. (1991) A Study of Elite Costume and Emblem in Classic Maya Art. Disertación doctoral University of California at Berkeley.


Foncerrada de Molina, M (1965) La escultura arquitectónica de Uxmal México:IIE UNAM.


Foncerrada de Molina, M. (1968) Uxmal. La ciudad del dios de la lluvia México: Fondo de Cultura Económica.


García Barrios, A. (2008) Chaahk, el dios de la lluvia, en el periodo clásico maya: aspectos religiosos y políticos. Tesis Doctoral: Universidad Complutense.


Gendrop, P. (1983) Los estilos Río Bec, Chenes y Puuc en la arquitectura maya México: UNAM.


Kettunen, H. (2006) Nasal motifs in maya iconography. Tesis Doctoral.


Lorraine Williams-Beck (1987) La iconografía de la portada zoomorfa en la arquitetura de área Yucatán central: Dzibilnocac, Hochob y Tabasqueño, Campeche, México en Memorias del primer coloquio internacional internacional de mayistas. 5-10 de agosto de 1985, UNAM, IIF.


McDonald, J. y Stross, B. (2012) Water lily and cosmic serpent: equivalent conduits of the maya spirit realm. Journal of Ethnobiology 32(1): Spring/Summer 2012 pp. 74–107.


Santos García, Salvador (2016) El monstruo que nos mira: reflexiones en torno a las portadas zoomorfas de los estilos Río Bec y Chenes. Ponencia presentada en el VIII CONESARQ llevado a cabo los días 13-17 de junio del 2016.


Schele, L. (1998) “The Iconography of Maya Architectural Façades during the Late Classic Period” en Houston, S. (ed.) Function and Meaning in Classic Maya Architecture. Dumbarton Oaks Pre-Columbian Symposia and Colloquia.


Spinden, H. (1913) A Study of Maya Art. Its Subject Matter and Historical Development Cambridge : Museum of the American Archaeology and Ethnology.


Stuart, David (1997) “The Hills are Alive: Sacred Mountains in the Maya Cosmos” en Symbols. Spring 1997: Harvard University, pp.13-17.


Stuart, David (2007) Reading the Water Serpent as WITZ’ en: https://decipherment.wordpress.com/2007/04/13/reading-the-water-serpent/


Thompson, E. (1988) Historia y religión de los mayas. México: SIGLO XXI.


Williams- Beck, L. (2012) “Las portadas zoomorfas y la región de los chenes: veinticinco años de investigación en Campeche en Arroyo”, B., Paiz, L. y Mejía, H. (eds.) XXV Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala 2011. Guatemala: Instituto de Antropología e Historia.


 


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