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  • Ricardo Valadez Vázquez

Reflexiones sobre los personajes que presentan pintura corporal negra en la Tira de Tepechpan



La Tira de Tepechpan es un documento que contiene pictografía y escritura.[1] Se realizó alrededor del siglo XVI y proviene de Santa María Tepechpan o Tepexpan, una localidad hoy día perteneciente al municipio de Acolman, en el Estado de México. La Tira de Tepechpan se encuentra conformada por una serie de glifos cronográficos circulares, dispuestos a lo ancho del documento (similar al Códice Mexicanus), y en su parte central. Conforme se avanza en el tiempo, los glifos anteriores cambian de color para indicar el cambio en la sucesión de un gobernante. Esta larga hilera de años divide al documento en dos. En la parte superior se presenta la historia del señorío de Tepexpan, mientras que en la inferior se dan noticias del pueblo tenochca. A su vez, también se presentan dos épocas: la prehispánica, que va de finales del siglo XIII a 1518, y la colonial, que comprende 71 años, yendo de 1519 a 1590.


Algunas características de este documento son las siguientes: 1) los datos más precisos son los de época prehispánica y de los años inmediatos a la conquista, 2) conforme avanza el tiempo, el documento pierde la estandarización en el acomodo de los hechos; esto quiere decir que la historia tenocha pierde importancia y tanto la sección superior como la inferior son utilizadas para presentar sucesos que tuvieron injerencia en toda la Nueva España, 3) la mayoría de las glosas se escribieron en la sección colonial del documento, 4) al igual que el Códice Aubin, después de la conquista, cambia la convención pictográfica de representar a los difuntos, es decir, de presentarse como bultos acomodados en posición fetal se dibujaron como bultos acostados boca arriba, 5) éste es el único códice en donde algunos personajes españoles se representan con pintura oscura en rostro y manos.


El presente trabajo se enfoca en analizar los personajes que portan pintura negra, presentes en la sección colonial de la Tira de Tepechpan; ya que se parte de la idea de que la presencia o ausencia de la misma depende del contexto en el cual se encuentra el personaje. Los individuos que la portan son los siguientes: Hernán Cortés, fray Juan de Zumárraga, Sebastián Ramírez de Funleal, fray Alonso de Muntafar, don Gastón Peralta, don Martín Enríquez, don Antonio Esteban (indígena), 2 religiosos (no identificados), 3 virreyes, 1 gobernador de Tepechpan (indígena) y 1 español (no identificado) (Tabla 1). De todos ellos, sólo los dos primeros se representaron tanto con pintura corporal negra como sin ella.


Los comentarios que hasta el momento se han hecho sobre esta peculiar forma de representar a los españoles son de Eugène Boban (1891), Patricio Antonio López (1925) y Xavier Noguez (1978). El primero de ellos, al referirse a fray Juan de Zumárraga, dice que la pintura corporal negra era indicio del ejercicio sacerdotal (Boban, 1891: 225). El segundo menciona que esta coloración se debe al malestar de los indígenas con los españoles por la epidemia que causó la muerte de muchos de ellos (Antonio López, 1925: 18). El último concluye lo siguiente:


“I. Todos los personajes españoles parecen ocupar un puesto dentro de la jerarquía religiosa, civil o civil-religiosa, desde el nivel del burócrata hasta los virreyes y arzobispos.

II. A diferencia de lo que se pensaba, no todos los personajes ennegrecidos son españoles, ya que los dos últimos gobernadores indígenas de Tepechpan aparecen con esta característica” (Noguez, 1978: 173).

De esta manera, Noguez sugiere “interpretar provisionalmente estas figuras como la derivación de una particular idea de enfatizar la pertenencia de algunos personajes españoles e indígenas a una cierta actividad y jerarquía, determinada a través del uso de un color específico” (Noguez, 1978: 173).


Ahora bien, con Boban concuerdo en que este tipo de representaciones son propias de los sacerdotes. Sin embargo, éstos no realizaban únicamente actividades religiosas, así como los políticos no se encasillaban únicamente en las políticas. Un ejemplo de ello lo tenemos en la Historia Tolteca-Chichimeca. En este documento se presentan a Icxicouatl y Quetzalteueyac, dos de los principales personajes de esta historia. Éstos ostentan un cargo político, pero al ir por los chichimecas a Chicomoztoc, ese lugar mítico ubicado en un vago norte, se representan como sacerdotes al pintarse el cuerpo con pintura negra. Esto se debe a que llevan a cabo un ritual. Por tanto, dependiendo de lo que estén haciendo los personajes es que pueden presentar o no la pintura en el cuerpo (Fig. 1). De esta manera, el contexto es el que determina la representación del individuo.


Fig.1. Ixcixouatl y Quetzalteueyac en la Historia Tolteca-Chichimeca. a) sin pintura corporal negra, fol. 14r. y b) con pintura corporal negra fol. 16 r.


En cuanto a la interpretación de Patricio López, existe la posibilidad de que entre los pintores o tlacuilos existiera una molestia hacia los españoles por las diferentes epidemias. Sin embargo, no creo que ésta se haya expresado a través del color negro presente en el cuerpo de los españoles, ya que también hay indígenas que la portan (Tabla 1).

La interpretación de Noguez es bastante sugerente, por lo cual concuerdo con él. Sin embargo, a continuación se analizarán los contextos en los cuales aparecen Hernán Cortés y fray Juan de Zumárraga. El motivo se debe a que son los únicos que se encuentran representados en ambos estilos. Esto con la finalidad de conocer si en este caso el contexto es un factor para dibujarlos con la pintura negra.


Hernán Cortes se representó en 4 ocasiones: siendo en los años de 1519, 1522, 1527 y 1530 (Tabla 1, color azul; Fig. 2). De éstos, sólo en el primer y último año se dibujó sin pintura negra. Una hipótesis sobre la inexistencia de la misma en dichos años se debe a que en ellas Cortes arribó a la Nueva España, acción que no representa un ritual o un contexto político. Así pues, en 1522 y 1527 se presentó con pintura porque en él aparece realizando una actividad política. En el primer año le está otorgando poder a los acolhuas, mientras que en el segundo está reivindicando sus derechos ante el emperador.


Fig. 2 Hernán Cortes en la Tira de Tepechpan. a) 1519 (lámina XV), b) 1522 (lámina XV), c) 1527 (lámina XVI) y d) 1530 (lámina XVI).


Por su parte, fray Juan de Zumárraga se representó en 5 ocasiones. Sin embargo, para nuestros fines no se cuenta una de ellas, la de 1563, porque es un bulto mortuorio. Éstas acontecieron en los años de 1526, 1530, 1534 y 1548 (Tabla 1, color amarillo; Fig. 3). En el primer año el fraile llegó a la Nueva España, contexto similar en el cual Hernán Cortes aparece sin pintura. Sin embargo, tal vez el pintor quiso marcar una diferencia de status respecto al marqués del valle al representarlo con pintura corporal negra, que lo identificaría como sacerdote. Las imágenes de los años de 1530 y 1534 van ligadas. Una hipótesis que explicaría la inexistencia de pintura en el primer año es la siguiente: en 1530 el fraile parte de la Nueva España para Europa con la finalidad de ser nombrado obispo, mientras, en el segundo año él ya ostentaba el cargo. De esta manera, la primer representación marca un status inferior respecto a la segunda, en la que sí porta pintura. Finalmente, la imagen de la última fecha presenta pintura debido a que se está realizando un ritual, éste es el de confirmación y unción de los santos óleos a los indígenas.


Fig. 3. fray Juan de Zumárraga. a) 1526 (lámina XV), b) 1530 (lámina XVI), c) 1534 (lámina XVI), d) 1548 (lámina XVII) y e) 1553 (lámina XVII).


Conclusión


Al revisar los contextos en que aparecen Hernán Cortes y fray Juan de Zumárraga, tanto en su versión con pintura como si ella, se concluye que el pintor o los pintores probablemente conocían tanto los contextos de los personajes como los parámetros de uso de la pintura corporal negra dentro de la tradición mesoamericana. De ahí que se marcara una diferencia en los dos personajes analizados. Sin embargo, no se descarta la interpretación de Xavier Noguez, la cual alude al pigmento negro como un signo de estatus político-religioso de los individuos que la portan.


Tabla 1. Personajes de la época colonial que presentan pintura oscura en rostro y manos

[1] El presente artículo se hizo tomando como texto base el estudio de Xavier Noguez (1978) sobre la Tira de Tepechpan. Por tanto, si se desea conocer a mayor detalle dicho trabajo se sugiere consultar al anterior autor.

 

Referencias


Boban, Eugène (1891). Mappe de Tepechpan. En Documents pour servir a l’histoire du Mexique. Catalogue raisonné de la collection de M.E. Eugè Goupil (ancienne collection J.M.A. Aubin). París: Ernest Lereoux edit., 243-277 (Nos.13-14).


Charles E. Dibble (ed.) (1963). Historia de la nación mexicana. Reproducción a color del códice de 1576 (Códice Aubin). Madrid: José Porrúa Turánzas.


Kirchoff, Paul, Odena Güemes y Luis Lina y Reyes García (eds.)(1976). Historia Tolteca-Chichimeca. México: INAH-SEP.


López, Patricio Antonio (1925). Inventario de documentos recogidos a don Lorenzo Boturini por orden del gobierno virreinal. En Anales del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, 4ª época, III (1), 1-55.


Noguez, Xavier (1978). Tira de Tepechpan. Códice colonial procedente del Valle de México. Edición y comentarios por Xavier Noguez, vol. I y II, México: Enciclopedia del Estado de México.



 

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